EL VIAJE
Santo Domingo, Panamá,
Colombia, Ecuador...
He viajado en la distancia
para llegar a ti
orando al dios del amor.
Noches y días sintiendo angustias
en mi corazón,
mirando al cielo,
contemplando las estrellas
que iluminaban mis noches
llenas de dolor
y desesperación,
deseando volver a mi casa,
allí donde nació
el amor de los dos.
Y me decía mi amiga,
la señora que me ayudaba:
tranquila mi negra bella,
ten fe y ora, dios
es bueno.
Así fueron pasando los días,
yendo de un lugar a otro,
contigo en mi corazón.
Dos buenos amigos
me daban valor.
Hasta que llegó el día
de volar bien alto
hasta llegar a ti.
Durante tres años
hicimos promesas a nuestro dios
y al santo de los milagros,
San Macario,
para que terminara la distancia
entre los dos.
Y ahora estamos unidos de las manos
y del corazón, mirándonos
a los ojos,
felices.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ