Eres la luz de mi vida,
desde que llegaste a mí
solo existe la alegría,
la fe, esa esperanza
que me llena de ilusión.
Eres el árbol
que crece cada día
en mi corazón,
un corazón que late
al ritmo de los dos.
Somos un solo ser
unidos en la distancia,
sintiendo la respiración
de un alma llena de bondad,
de tu bondad divina.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ