ORO DE AMOR
Eres un ángel
y mi alma gemela,
mi esposo amado.
Llegaste a mí
para llenar mi vida con un amor
más puro y fuerte que el oro.
Un amor donde solo dios
y nuestros corazones
nos hacen vibran
cada día y cada noche
con lo más bonito.
Oramos sin importar
la distancia que nos separa,
la fe es más grande
que todos los obstáculos
que hemos tenido desde
hace casi ya tres años.
Una tarde triste
te busqué
y tú me aceptaste.
Tenías mucho amor
guardado en lo más profundo
de tu corazón,
un amor que no tenía dueño,
sólo era de tus gatitos,
de tus familiares,
de tus aficiones, de dios.
Tú me dijiste:
mi corazón está lleno de amor
y no tengo a quién darselo.
Y yo te dije
con mi corazón:
dámelo a mí, dámelo a mí,
que yo lo necesito
para ser feliz.
Y desde entonces
hemos vivido los dos
llenos del más bonito amor,
porque es guiado por el amor más grande
que es el amor de dios,
orando para unir nuestros corazones.
Tú me acompañas
traspasando esa distancia
que hace más grande
el amor de los dos.
Y un día estaremos juntos
mirando al cielo,
al dios de nuestro amor.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ