EL CIELO BRILLANDO
Como gotas de agua
enviada por Dios
en días de invierno
hemos ido alimentando
nuestro amor,
llenándolo de fe.
Ver la lluvia caer
con caricias tiernas
tocando mi piel...,
es la suavidad que siento
con tu voz.
Llueve aquí,
y llueve allá también,
agua buena de amor,
divino es Dios y divino
es también tu corazón
latiendo con mi voz.
Hacia lo alto miro
y veo el cielo
brillando por los dos.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ