Foto: Raquel Jiménez Núñez
LA BENDICIÓN DE DIOS
Sí, la bendición de dios,
esa que sentimos cada día
al abrir los ojos,
sintiendo los latidos del corazón
y respirando un nuevo aire.
Me encuentro aquí sentada
como casi todos los días
debajo de un hermoso árbol
que con su sombra
me protege del sol,
junto a más árboles maravillosos
purificando el aire.
Son el hogar de las aves.
Allí hacen sus nidos
y van de árbol a árbol.
Aquí escucho su canto,
es como una melodía.
Vuelan y vuelven a volar,
yo las miro y siento su felicidad,
igual que siento la bendición de dios
en mi interior, con lo bonito que me da
día tras día.
Hoy estoy aquí sentada en el parque
mirando la gente pasar, gente que siente
lo bonito que dios nos da, el sentir,
el latir de nuestros corazones
Miro al cielo gris
y pasan dos aves,
y luego pasan más con sus alas abiertas
sintiendo la alegría de la vida.
En la lejanía de mi hogar, la distancia
separa mi cuerpo de mi familia,
pero a ella me une el corazón,
mis sentimientos. Ellos
son mi vida, cada día oro
al dios del amor
para que les dé sus bendiciones,
dios guía nuestros pasos
por el camino del bien.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ