VIDA DE FE
Quédate,
no me dejes sola
otra vez,
que fue el destino
quien nos unió,
quédate,
que este tiempo
es triste sin tu voz.
Apareciste tú
y mi vida cambió,
viviendo en la distancia,
soñando días y noches
con tu dulce voz
y tu tierna mirada.
Quédate,
no me dejes sola otra vez
en este mundo triste y gris,
porque solo tú le das color
a mis días llenándolos de fe,
esa fe infinita que un día cumplió
con lo inimaginable.
Y aquí estoy soñando
con lo bonito que llevo
en mi corazón,
el amor de Dios,
ese amor infinito
que llena mi vida de fe.
Y por eso estoy firme y perseverante
con su voluntad divina,
que es lo mejor que llevo dentro.
Amor,
quédate conmigo otra vez.
RAQUEL JIMÉNEZ NÚÑEZ